Las denuncias por violencia de género aumentaron un 18% de abril a
junio
EFE Madrid 23 oct. 2017 12:08
Los juzgados españoles recibieron en el segundo trimestre de 2017 un total de 42.689
denuncias por violencia de género, lo que supone un incremento interanual del 18%, según la estadística publicada hoy por el Poder Judicial, en la que figuran 40.366 mujeres víctimas de maltrato (un
20,7% más).
En el mismo periodo, se elevó también en tres puntos el porcentaje de sentencias
condenatorias a maltratadores, que representaron el 67,2% del total de fallos dictados (8.885 condenas de 13.230 sentencias).
Destaca el descenso del número de mujeres que renuncian a declarar contra sus parejas,
que siguen haciéndolo el 10,5%. Entre abril y junio de 2017 se acogieron a la dispensa a la obligación de declarar 4.263 mujeres, frente a las 4.341 del mismo periodo de 2016 (un 1,8%
menos).
Siguen siendo las mujeres extranjeras las que más renuncian a declarar contra su
agresor (el 13,4 extranjeras y un 9,3 españolas).
El aumento de denuncias un 18% (han pasado de 36.166 denuncias en el segundo
trimestre de 2016 a 42.689) significa un incremento de víctimas, en este caso del 20,7% (de 33.440 mujeres a 40.366).
El observatorio judicial refleja un incremento de siete puntos en las solicitudes de
órdenes de protección (se pidieron 10.242, 9.586 un año antes) y cuatro puntos en la concesión de las mismas por parte de los órganos judiciales.
La violencia de género se da de forma dispar en las comunidades autónomas y la
ratio de víctimas por cada 10.000 supera la media nacional (17) en Baleares (26,3), Murcia (21,8) y Comunidad Valenciana (21,3), mientras que la más baja se da en Castilla y León (10,8) y
Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco (ligeramente superiores a 11).
Casi un 70% de las denuncias fueron presentadas por la propia víctima, directamente en
el juzgado o a través de atestados policiales, mientras que el Poder Judicial aprecia un ligero descenso de las presentadas por familiares de las víctimas (sólo fueron el 2%)
Las denuncias por intervención directa de la policía se sitúan en el 15,25% de los
casos.
En un 50% de los casos, la relación de pareja (cónyuge o relación afectiva) se mantenía
en el momento de la solicitud de la orden de protección; un 3% de las víctimas que pidieron protección fueron mujeres menores de edad.
Derivadas de las órdenes de protección y otras medidas cautelares se adoptaron 16.217
medidas judiciales penales, entre las que destacan la orden de alejamiento, la prohibición de comunicación, la suspensión de la tenencia y uso de armas, la salida del domicilio, la prohibición de
volver al lugar en que se cometió la agresión y las medidas privativas de libertad.
Al mismo tiempo se dictaron 4.138 medidas civiles cautelares mientras se resolvía el
proceso penal; un 19% en relación con la prestación de alimentos y un 16,5% resolvieron la atribución de la vivienda, detalla la estadística.
En un 5,3% de los casos las medidas supusieron la suspensión de la guarda y custodia de
los hijos y en un 3,7% de los supuestos se procedió a la suspensión del régimen de visitas.
La presidenta del observatorio judicial, Ángeles Carmona, ha destacado el
descenso del número de mujeres que renuncian a declarar durante el proceso y el mantenimiento de las medidas judiciales que buscan proteger a los menores, víctimas como son de la
violencia de género.
Carmona también ha valorado el aumento de las condenas a los maltratadores y ha
destacado la importancia de transmitir el mensaje de que "no hay impunidad para la violencia machista".
38.018 mujeres víctimas de violencia machista en el primer trimestre del año, un aumento del 19%
Son 38.018 las mujeres que durante el primer trimestre de 2017 aparecen como víctimas de la violencia machista en las 40.509 denuncias presentadas en los órganos judiciales entre enero y abril.
Mujeres que contaron a los jueces haber sufrido malos tratos por parte de una pareja o ex pareja, que explicaron insultos y vejaciones recibidas, que dijeron ver violados sus derechos al honor y la
propia imagen. 38.018 historias de mujeres marcadas por la violencia de un hombre, un 18,8% más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos publicados este miércoles por el Observatorio
contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El 70% de las víctimas eran españolas y el 30%, extranjeras.
Esta estadística judicial, que refleja los números en frío pero no el contexto ni el sufrimiento de cada caso, destaca que en los tres primeros meses del año aumentaron las denuncias por
este tema un 20% respecto al primer trimestre de 2016 y también aumentaron casi un 9% las órdenes de protección concedidas.
Más de un 70% de las denuncias por violencia machista fueron presentadas por la propia víctima, mientras que las denuncias por intervención directa de la policía
fueron el 15,5% de los casos -dato similar al año anterior-. Lo que se constata de nuevo son las pocas denuncias presentadas por los familiares de la mujer, que apenas llegan a un
1,3% del total.
Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio, ve "importante" el aumento de las denuncias y pone el acento, por un lado, en la "mayor sensibilización y
visibilidad del problema de la violencia de género -con el único matiz, que no cambia, de la poca implicación para denunciar del entorno de la víctima- y por otra parte en "la urgente
necesidad de hacer realidad el Pacto de Estado contra esta violencia", un pacto que el Gobierno se ha
comprometido a tener listo antes de fin de año.
"Las más de 38.000 mujeres, víctimas de violencia de género en el primer trimestre de este año, como todas las de trimestres anteriores, se merecen la unidad de todos en la respuesta frente a
un fenómeno que tiñe de sangre nuestra convivencia ciudadana", ha expresado Carmona.
De las 40.509 denuncias presentadas, en un total de 4.173 casos, la víctima se acogió a la dispensa legal a la obligación de declarar como testigo -una posibilidad que contempla
el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal-, lo que supone un 2% menos que en el mismo trimestre de 2016-. Precisamente esta dispensa es uno de los puntos a debate para llegar a un Pacto de
Estado, pues una de las propuestas es eliminar esta opción para los casos de malos tratos.
No obstante, el CGPJ matiza que en los procedimientos de violencia de género "la Fiscalía siempre actúa de oficio, por lo que la renuncia de la víctima no lleva aparejada obligatoriamente
la finalización del proceso judicial".
En cuanto a sentencias por casos de violencia machista se dictaron 12.858, de las que el 66,22% fueron condenatorias, un incremento de 2,2 puntos. El 33,78%
restante fueron absolutorias. El 70,4% de los denunciados eran de nacionalidad española.
Más órdenes de protección y más menores violentos
Respecto a la ratio de mujeres víctimas de violencia de género por cada 10.000 mujeres, destacan por encima de la media nacional (que es de 16), Baleares, Murcia, Comunidad Valenciana y
Canarias. La ratio más baja se dio, por el contrario, en Castilla y León, seguida de La Rioja y Galicia.
Entre enero, febrero y marzo de 2017 se solicitaron 10.690 órdenes de protección en los órganos judiciales, unas 200 más que el pasado año. De éstas, 9.438 fueron solicitadas en los
juzgados de violencia sobre la mujer y otras 1.252 lo fueron en los juzgados de guardia. Los primeros concedieron un 68% de las órdenes solicitadas -frente al 59% de 2016- y los segundos
concedieron un 72%. Otras medidas otorgadas fueron la atribución de vivienda (1.001 casos) o la prestación de alimentos (1.208).
Un dato preocupante que recoge el documento del Observatorio del CGPJ es que los juzgados de menores enjuiciaron en el primer trimestre a 62 menores de edad por delitos cometidos en el
ámbito de la violencia contra la mujer. Se impusieron medidas en un 92% de los casos, que afectaban a 57 menores, de los que 44 eran españoles. Se trata de un incremento importante, pues el
primer trimestre de 2016 fueron enjuiciados 48 menores y en 2015, 38.
Siete de cada 10 alumnos españoles de 15 años confiesan "sentirse realmente mal" si no tienen internet
La OCDE advierte que los "usuarios extremos" de la Red sacan peores notas, son menos felices y faltan más a clase
El 22% de los jóvenes españoles usa internet más de seis horas diarias al salir de clase
Los alumnos españoles son los que tienen más sentido de pertenencia al centro de toda la OCDE
Presentan niveles de ansiedad por los exámenes y las tareas escolares superiores a la media
Los adolescentes españoles tienen un serio problema con las pantallas, las redes sociales y el mundo virtual. El 69% admite "sentirse realmente mal" si no tiene
conexión a internet y un 22% se conecta fuera de clase durante más de seis horas un día cualquiera de la semana. Son "usuarios extremos de internet", según los define la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que advierte que los críos en España están más tiempo navegando que la media de los 72 países que se han sometido
a la última edición del informe PISA.
En promedio, los alumnos españoles se pasan en internet 167 minutos diarios entre semana y 215 minutos en el fin de semana. La media de la OCDE es de 146 y 184
minutos respectivamente. España es el quinto país que más internet usa de todos los analizados, por delante de Chile, Suecia, Uruguay o Costa Rica.
Los datos proceden de un informe que la OCDE ha presentado esta mañana en medio mundo. En él se analiza el bienestar de los 540.000 estudiantes que se sometieron a las famosas
pruebas de PISA durante 2015. En España participaron en los exámenes más de 37.000 alumnos de 980 centros. Por primera vez, no sólo se les evaluó sobre sus competencias académicas,
sino que se les preguntó si eran felices, si estaban contentos con su escuela, si se llevaban bien con sus compañeros y otras cuestiones relacionadas con su estado de ánimo.
Con todos los datos se podría trazar un perfil del estudiante tipo de 15 años en España: motivado, poco ambicioso, ansioso por el trabajo escolar
y muy dependiente de Internet. Éste es uno de los aspectos más espectaculares del informe, porque ha analizado también cómo los abusos digitales tienen consecuencias en el
rendimiento académico de los estudiantes.
El abuso de internet provoca peores notas y aislamiento
Por ejemplo, los estudiantes españoles que admitieron que usan internet durante más de seis horas al día durante los días entre semana -uno de cada cinco de todos los encuestados- obtuvieron de
media 35 puntos menos en Ciencias que quienes se conectan menos. La diferencia en la media de la OCDE es mucho menor: 26 puntos.
El informe también advierte que estos "usuarios extremos de internet" declaran tener menor satisfacción con su vida y muestran menos participación en la escuela. "Se observan 16
puntos porcentuales más de probabilidades de llegar tarde a clase y 10 puntos porcentuales más de probabilidades de haber faltado un día al colegio que en otros
estudiantes", sostiene.
Estos críos también son más propensos a chatear en línea o escribir correos durante las horas escolares (un 22% lo hace todos los días) que otros alumnos (6%). Frente al 69% de
los jóvenes españoles que dice "sentirse realmente mal" si no tiene conexión a internet, hay un 54% de adolescentes de media en la OCDE que se encuentra en la misma situación.
Andreas Schleicher, el padre del Informe PISA y el responsable educativo de la OCDE, ha advertido esta mañana durante la presentación del estudio en Madrid que "la
dependencia a internet en España es alta y esto no es positivo en términos de integración social".
"Los alumnos más aislados en la escuela son los que más utilizan internet, y esto es importante que lo sepan padres, profesores y alumnos", ha avisado.
También ha recalcado que este problema es muy reciente en España, pues el abuso se ha disparado en los últimos años. Entre 2012 y 2015, el porcentaje de estudiantes que utilizaban móviles con
internet en casa subió un 25%. En ese mismo periodo, el uso de la Red creció en 65 minutos durante los fines de semana (en la OCDE sólo 43 minutos) y en 59 minutos durante la semana
(40 minutos en la media de los países).
¿Y cómo son, además de internetdependientes, los alumnos españoles de 15 años? Según este trabajo, tienen "un nivel de ambición personal inferior" al que existe en otros
países. El 53% se considera ambicioso, cuando la media de la OCDE llega hasta el 71%. Son bastante más ambiciosos los chicos que las chicas: entre ellos hay una diferencia de 14
puntos porcentuales.
Son poco ambiciosos pero están motivados y viven bastante felices (un 7,4 en una escala del 0 al 10 y más satisfechos los chicos que las chicas). Sus
valores de sentido de pertenencia al centro educativo son los más altos de todos los países participantes en la encuesta. Aquí España bate todos los récords y, por primera vez, es el
número uno en algo positivo relacionado con PISA, donde nuestros resultados académicos, por contra, dejan mucho que desear. El 87% de los alumnos se siente integrado en el
centro (cuando en la OCDE este porcentaje baja hasta el 73%) y el 86% cree que cae bien a sus compañeros (82% en la media global).
Los alumnos inmigrantes tienen menor nivel de sentido de pertenencia a su colegio o instituto que los no inmigrantes, aunque este sentido de pertenencia es más alto que el
promedio de los inmigrantes en otros países, dice el informe. Sin embargo, los inmigrantes de segunda generación se sienten menos ajenos a su centro escolar, algo que la OCDE
interpreta como un síntoma de "una buena política de integración en España".
Schleicher atribuye el mérito de la integración de los alumnos a los profesores y a los colegios, "que crean ese sentimiento de pertenencia". También resalta la importancia de la
disciplina, porque "en las escuelas con atmósfera buena y un clima disciplinario mejor instalado es donde los estudiantes tienen un nivel de pertenencia más alto".
El problema del acoso escolar no parece ser mayor que el que existe en otros países, a juzgar por este estudio. Señala, por un lado, que "un porcentaje bajo" de los alumnos en España, el
3%, admite que sus compañeros le pegan o le empujan varias veces al mes (la media es del 4%). Y afirma, por otro que el 8% dice que se burlan de él, frente al 11% de
la OCDE.
Schleicher ha explicado que los datos españoles son mejores que la media en cuanto a acoso físico, pero el acoso social o psicológico, ese que es más difícil de detectar y que
consiste en insultos, rumores, burlas o aislamiento, "es más significativo y tiene mayor preponderancia" en nuestro país. Uniendo los dos tipos de acoso, el psicológico y el físico, el porcentaje
oscila "entre el 10% y el 15%". El informe dice que el 14% de los estudiantes en España aseguran haber sufrido cualquier tipo de acoso frente al 18,7% de la media de la OCDE.
El bullying se nota en el rendimiento: los centros con niveles altos de acoso entre iguales tienen 21 puntos menos en Ciencias que los de niveles bajos.
La buena noticia es que, en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países, este problema "no es más frecuente en los centros desfavorecidos".
La OCDE ha analizado también los hábitos de salud que tienen los adolescentes (el 19% de las chicas y el 11% de los chicos no desayuna antes de ir a clase y cerca del 10% no
practica ningún tipo de deporte en su tiempo libre); las relaciones con sus padres (se sienten muy apoyados y ayudados en las tareas por sus progenitores), y cómo son capaces de
gestionar las dificultades.
Aquí los jóvenes no salen muy bien parados, porque tienen "niveles de ansiedad relacionados con los exámenes por encima de la media". El 48% siente tensión al estudiar (en la OCDE
el porcentaje es menor, del 37%) y el 67% se siente algo ansioso incluso cuando está bien preparado para realizar estas pruebas. La ansiedad es mayor en las chicas que en los chicos y muy común en
los estudiantes con alto rendimiento.
"La ansiedad relacionada con el trabajo escolar es uno de los principales indicadores de insatisfacción con la vida entre los alumnos y, en España, la ansiedad es más frecuente en los centros
educativos donde los alumnos estudian más de 50 horas semanales dentro y fuera de la escuela", dice el informe.
Andreas Schleicher ha considerado que este tipo de ansiedad "es el punto débil de este país" y ha considerado que "los padres y profesores deben prestar atención a este
problema". No es tanto un problema de tareas escolares, como de percepción de los alumnos, que, según este experto, no aprenden por el simple disfrute de aprender, con una motivación
interna, sino para sacar buenas notas porque se "utilizan prácticas pedagógicas iguales para todos".
"No creo que España sea un país en el que los estudiantes hagan un número excesivo de deberes. No es una cuestión de cantidad, y además nosotros creemos que los deberes deben ser
un complemento a la escuela, sino que hay que ver cómo podemos mejorar la calidad de las experiencias de aprendizaje. Deberíamos pasar menos horas pasando de unas asignaturas a otras
y crear más espacios para que los alumnos entiendan qué es lo que aprenden y para qué lo aprenden. Quizá faltan horas de un aprendizaje más profundo para que sepan que lo que aprenden sirve para
algo", ha explicado este experto.
Schleicher hace también una recomendación: "Quizá se deberían desarrollar métodos pedagógicos que sean más personalizados. Si el profesor se adapta a las necesidades del alumno y
hay un nivel de personalización mayor, éste se siente menos ansioso", afirma.
Cada día hubo 390 denuncias por violencia machista en 2016
La estadística anual del Poder Judicial muestra un nuevo un incremento de las denuncias, las condenas y las órdenes de protección
Concentración en la Puerta del Sol de Madrid contra la violencia de género el pasado 9 de febrero. S. BURGOS / ATLAS
134.462 mujeres denunciaron el año pasado ser víctimas de violencia de género. Algunas lo denunciaron más de una vez, lo que eleva a 142.893 el número total de denuncias que llegaron a los
juzgados, una media de 391 denuncias al día. Estos datos, extraídos del informe anual de 2016 del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) suponen un incremento del 8,7% en el número de víctimas y del 10,6% en el número de denuncias respecto a
2015 (ese año denunciaron 123.725 mujeres en 129.123 denuncias).
Los datos del Observatorio vuelven a reflejar que la violencia machista sigue siendo un problema sin resolver en la sociedad
española pero que algunos datos muestran pasos en la dirección que los expertos consideran buena: aumento de denuncias (que revelan que cada vez más mujeres pierden el miedo a denunciar), incremento
de las condenas a maltratadores (más de tres puntos porcentuales respecto a 2015) y aumento en la adopción de medidas de protección de las víctimas, tanto de mujeres como de sus hijos (incremento de
22 puntos en órdenes de alejamiento y en prohibiciones de comunicación).
“Desde el Observatorio consideramos positivo que la mujer víctima conozca sus derechos y los haga valer, presentando denuncias y solicitando ayuda de las instituciones. Pero también nos preocupa
que persistan todavía actitudes de violencia machista en nuestra sociedad, que no se acabe de dar un paso firme por familiares, amigos y conocidos para denunciar y acompañar a la víctima en el
proceso y que todavía se busquen justificaciones para lo que no es otra cosa que terrorismo de género”, ha señalado la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona, tras hacerse público el balance de 2016.
Aunque el incremento del número de denuncias es general, la estadística por territorios del CGPJ revela grandes diferencias entre unas comunidades y otras cuando se compara la tasa de mujeres
víctimas de violencia de género por cada 10.000 mujeres. La media nacional es de 56,7, pero hay comunidades muy por encima (a la cabeza, Baleares, con una ratio de 93,3 y Canarias y Murcia, con 81) y
otras muy por debajo (la más baja, La Rioja, con 27,7).
Algo más de un 69% de las denuncias las presentaron las propias víctimas, directamente en el juzgado o a través de atestados policiales. Las denuncias por intervención directa de la policía se
sitúan en casi el 17% de los casos. La intervención de familiares para sacar a la luz situaciones de violencia sigue siendo muy escasa (apenas un 1,44% del total). Los partes de lesiones recibidos
directamente en el juzgado representaron algo más del 10 %.
Otro punto negro sigue siendo el alto porcentaje (12%, idéntico al del año anterior) de mujeres que se acogen a la dispensa de la obligación legal de declarar, un hecho que, según los expertos,
suele generar un efecto no deseado porque la víctima puede verse presionada por el agresor o su familia para que no declare. Como en muchas ocasiones su testimonio es la única prueba del delito, el
caso acaba archivándose. El pasado año, en 16.118 casos la víctima de violencia de género se acogió a esta dispensa.
Órdenes de protección
Uno de los datos más significativos del balance de 2016 del Observatorio de Violencia es el incremento, del 22%, de las medidas adoptadas por los juzgados para proteger a las víctimas. Durante
2016 se solicitaron 43.311 órdenes de protección en los órganos judiciales. Un total de 37.956 órdenes de protección (que incluyen medidas de protección y seguridad de las víctimas) fueron
solicitadas en los juzgados de violencia sobre la mujer y otras 5.355 lo fueron en los juzgados de guardia.
El incremento de solicitudes de órdenes de protección en los juzgados especializados con respecto a 2015 fue de un 4,59%. Más de un 64% de las órdenes solicitadas fueron adoptadas (24.367), siete
puntos por encima del año anterior.
En los juzgados de guardia, se acordaron 3.849 órdenes de protección, lo que supone un 72% del total de las solicitadas. Se denegaron 1.505. En un 51% por ciento de los casos, la relación de
pareja (cónyuge o relación afectiva) se mantenía en el momento de la solicitud de la orden de protección mientras que en un 49%, la relación se había extinguido.
Además, derivadas de las órdenes de protección y otras medidas cautelares, se adoptaron 60.831 medidas judiciales penales de protección de las víctimas, entre las que destacan la orden de
alejamiento y la prohibición de comunicación, que se adoptaron respectivamente en un 98 y un 96% del total de órdenes de protección acordadas.
En 2016, los juzgados de violencia sobre la mujer adoptaron 23.477 órdenes de alejamiento y 22.955 medidas de prohibición de comunicación, lo que supone un importante incremento, en ambos casos,
de 22 puntos respecto a las órdenes y medidas adoptadas en 2015.
Al mismo tiempo se dictaron 16.485 medidas civiles cautelares, tendentes a la protección tanto de la mujer como de los menores, mientras se resolvía el proceso penal. Un 31,3% de las medidas
adoptadas lo fueron en relación con la prestación de alimentos y un 26,5%resolvieron la atribución de la vivienda, siete puntos porcentuales más que el año anterior.
Se adoptaron 1.498 suspensiones de la guarda y custodia y 1.035 suspensiones del régimen de visitas, cifras ambas que suponen un incremento de casi dos puntos en relación con las del año
anterior.
Incremento de condenas
En 2016 volvió a incrementarse también el porcentaje de sentencias condenatorias dictadas por los órganos judiciales españoles en procesos relativos a violencia de género. Frente al 62,6% de
condenas que se produjeron en 2015, en el pasado año el porcentaje de sentencias condenatorias se elevó hasta un 66,2%.
Los datos estadísticos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género reflejan que en el total del año, las sentencias dictadas fueron 47.175, de las que 31.232 fueron condenas y
15.943, absoluciones.
El mayor porcentaje de condenas a maltratadores se produjo en los juzgados de violencia sobre la mujer, con algo más del 82% y en las Audiencias Provinciales (que juzgan los casos más graves, con
penas de cárcel superiores a cinco años), con más de un 81%, con incrementos interanuales en ambos casos del 5 por ciento. El porcentaje de condenas en los juzgados de lo penal (que enjuician los
delitos castigados con hasta cinco años de cárcel) también se incrementó y se situó en el 54,9 cuando en el año anterior se había producido un 52,3 por ciento de sentencias condenatorias.
Los juzgados de menores enjuiciaron en 2016 por delitos en el ámbito de la violencia contra la mujer a 179 menores de edad, 21 más que el año anterior. Se impusieron medidas en 164 casos, 132
relativos a menores españoles y 32, a menores extranjeros.
El 50% de los juicios por violencia machista acaba en absolución
Imagen de la Ciutat de la Justícia en la que se ubica la Fiscalía JORDI SOTERAS
La Fiscalía avisa de una «cifra negra» en las «múltiples retractaciones» de las víctimas
«El hecho de que quien denuncia se encuentre protegida favorece en muchos casos que pueda enfrentarse al proceso judicial en condiciones, tanto para mantener la denuncia como para no retractarse
posteriormente». De esta forma, la Fiscalía de Barcelona considera que debe tratarse a las víctimas de violencia doméstica que denuncian a sus presuntos agresores para evitar que cambie de opinión
durante el juicio, una situación que se produjo con demasiada frecuencia en 2015. La Memoria del Servicio de Violencia Doméstica y de Género de la Fiscalía de Barcelona indica que más del 50% de las
sentencias dictadas por los juzgados de Barcelona durante ese año fueron exculpatorias. En concreto, hubo 1.690 condenas contra procesados por violencia de género frente a 2.137 absoluciones de los
acusados. La Memoria considera que hay «múltiples retractaciones» de las víctimas, tanto las que optan por no asistir a juicio como las que se acogen a la dispensa de declarar en contra de un
familiar que establece la normativa.
Por eso, la Fiscalía cree que para afrontar un juicio la mujer «debe estar en condiciones de hacer frente al proceso incoado contra su agresor y deshacerse de las ataduras que la mantienen a él
unida». Pese a esto, añadió que los principales escollos no son solo económicos, sino también la «fuerte dependencia emocional que les impide abandonar a quien ha logrado conseguir que la víctima
piense que es lo único que tiene». En este sentido, la Fiscalía advierte de una «cifra negra» en el número de mujeres que se retractan en los procesos contra sus maltratadores, por lo que el
ministerio público cree que es labor central de los poderes públicos «conseguir que la víctima de maltratos se muestre beligerante ante su situación y estar en condiciones de ofrecerle ayuda».
La Memoria remarca que existe un «elevado número de víctimas que no denuncian la situación de maltrato que viven» y recuerda que muchas mujeres que se deciden a dar el paso relatan también otras
agresiones previas sucedidas. «En un período de tiempo prolongado, y solo cuando la situación es insostenible se dirigen a los órganos judiciales», destaca la Fiscalía, quien recuerda que en 2015 se
abrieron 11.993 procedimientos por delitos de maltrato ocasional, mientras que el habitual «no llega a aflorar», ya que solo se registraron un total de 870 procedimientos.
Por otro lado, el Ministerio Público lamentó que los jueces de la provincia de Barcelona concediesen en 2015 un 30% de las medidas de protección que la Fiscalía había solicitado para víctimas de
violencia machista. La Memoria indica que es una cifra «muy baja» y que sigue la tendencia de años anteriores. En este sentido, los fiscales recuerda este «elevado número de medidas que han sido
denegadas» ya que de las 2.903 órdenes de protección que solicitaron sólo aceptaron 869 en los juzgados. En su mayoría se trata de alejamiento de los presuntos agresores denunciados de sus víctimas
para su protección antes de la celebración del juicio.
No todo han sido retrocesos según la Memoria de la Fiscalía. El informe detalla que los Mossos d'Esquadra han incorporado una «valoración de riesgo» en sus atestados policiales durante en 2015, lo
que permite valorar de forma más efectiva la conveniencia de dictar una orden de alejamiento. Para los fiscales, la protección de la víctima es fundamental en la lucha contra la violencia machista,
ya que es necesario ofrecer «respuestas claras y contundentes» a las personas que denuncian «por el temor que genera enfrentarse judicialmente al agresor y el miedo a las futuras represalias que la
denuncia pueda provocar».
Casi uno de cada tres europeos justifica el abuso sexual
El eurobarómetro sobre violencia de género desvela la persistencia de comportamientos machistas en el seno de la UE
Un hombre camina entre zapatos femeninos en una protesta contra la violencia machista en Barcelona (España), este lunes. Manu FernandezAP
Un 27% de los ciudadanos de la Unión Europea justifica el abuso sexual en determinadas circunstancias. Así lo ha desvelado el eurobarómetro publicado por la Comisión Europea este jueves, que ha
sondeado las actitudes y percepciones de los ciudadanos comunitarios ante la violencia contra la mujer. Casi uno de cada tres europeos cree que tener "relaciones sexuales sin consentimiento" —tal y
como lo pregunta la encuesta— puede estar "justificado" si la mujer ha bebido más de la cuenta o tomado drogas, si ha invitado a su acompañante a casa, va vestida con ropa calificada de "sugerente" o
no ha dicho claramente que no u opuesto resistencia física.
El sondeo, que se basa en 27.818 respuestas obtenidas cara a cara en los 28 países de la UE el pasado mes de junio, y que se ha publicado en la víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer muestra, además, que pese a
que las percepciones hacia la violencia de género son cada vez más negativas, el problema no desaparece. Así, aunque el 96% de europeos afirma que la violencia doméstica es inaceptable en cualquier
caso, el 22% revela que ha sufrido agresiones físicas o sexuales en el hogar por parte de su pareja. Otros datos: mientras el 95% cree que en ningún caso deben realizarse tocamientos inapropiados a
compañeros de trabajo, tres de cada cuatro directivas de empresas han tenido que lidiar con ello en alguna ocasión. Y si nueve de cada diez se dice contrario a realizar comentarios de contenido
sexual en plena calle, el 24% de las mujeres lo ha vivido alguna vez.
Pero aunque una de cada tres europeas mayores de 15 años ha padecido alguna vez violencia sexual o psicológica, el 15% de los encuestados creen que esta lacra no debe salir del ámbito privado y ha
de resolverse en el seno de la familia, una opinión que tiene más partidarios en los países del Este. Los europeos no son ajenos a la existencia de estos actos en su entorno más cercano: uno de cada
cuatro afirma conocer a alguna mujer víctima de abusos, pero del 71% que se decide a comentarlo con alguien, solo una minoría contacta con la policía, y prefieren tratar el tema con amigos o
familiares.
La encuesta busca conocer la opinión de los ciudadanos comunitarios ante un problema que Bruselas quiere combatir mediante una campaña que desarrollará el próximo año en redes sociales bajo el
lema Di no. Acaba con la violencia contra las mujeres. "No podemos ignorar las consecuencias enormes que la violencia sobre las mujeres tiene sobre familias, comunidades, sociedades y
economía", ha señalado la comisaria de esta área, Vera Jourova. El Instituto Europeo para la Igualdad de Género cifra en 226.000 millones de euros al año el coste económico de la violencia contra la
mujer al calcular el gasto que supone en materias como la salud, la justicia, las prestaciones sociales o las horas de trabajo perdidas.
La responsable comunitaria ha alabado la actuación de España en este ámbito. "España es un buen ejemplo de que las políticas y la legislación adecuada puede cambiar la forma de pensar de la gente
sobre la violencia de género (...) aunque todavía hay trabajo por hacer", ha
afirmado. Pese a ello, hay puntos en los que aún destaca negativamente respecto a sus socios comunitarios: el 44% de españoles opina que los comentarios "sexualmente sugerentes" hacia una desconocida
en la calle no son incorrectos y la ley no debe castigarlos frente al 36% que piensa así en el conjunto de la UE.